El movimiento de liberación CNA ha tenido que negociar un acuerdo de reparto del poder con partidos rivales por primera vez en 30 años.

Cyril Ramaphosa fue reelecto presidente de Sudáfrica el viernes, tras alcanzar un acuerdo con la oposición para formar un Gobierno de unidad nacional después de que su Congreso Nacional Africano (CNA) obtuviera el peor resultado electoral desde el fin del apartheid, hace 30 años.

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Ramaphosa cerró un acuerdo con la oposición, la Alianza Democrática (DA, por sus siglas en inglés) y al menos otros dos partidos más pequeños, según funcionarios del partido, mientras la Asamblea Nacional celebraba su primera sesión desde las elecciones y se preparaba para elegir a un jefe de Estado.

Eso le permitirá seguir siendo presidente a pesar de la enorme caída del apoyo al CNA cuando perdió la mayoría parlamentaria en las elecciones del 29 de mayo. Pero Ramaphosa, de 71 años, salió debilitado de la votación, y algunos analistas políticos han puesto en duda que sea capaz de cumplir un segundo mandato completo de cinco años.

"I, Matamela @CyrilRamaphosa, swear that I will be faithful to the Republic of South Africa and will obey, respect and uphold the Constitution and all other law of the Republic; and I solemnly promise to perform my functions as a member of the National Assembly to the best of my… pic.twitter.com/ajEKTozGMa

— The Presidency ???????? (@PresidencyZA) June 14, 2024

El ANC obtuvo solo el 40 por ciento de los votos, lo que significa que el movimiento de liberación heredado de Nelson Mandela ha tenido que negociar un acuerdo de reparto del poder con partidos rivales por primera vez en 30 años.

Cuando el Parlamento se reunió el viernes, trascendió que había firmado un acuerdo para un Gobierno de unidad con el ANC. El Partido de la Libertad Inkatha, socialmente conservador, y la Alianza Patriótica, de derechas, habían confirmado previamente que también se unirían a la coalición.

Los detalles del acuerdo aún no estaban claros, aparte de que la DA recibiría el cargo de vicepresidente del Parlamento. El ANC sigue teniendo el mayor número de escaños en la Asamblea Nacional, pero Ramaphosa podría tener que hacer importantes concesiones políticas a sus adversarios políticos o ceder altos cargos del Gabinete.

Tras la votación, Ramaphosa, antiguo líder sindical y principal negociador de Mandela en las conversaciones para poner fin al apartheid, recibió el respaldo de altos cargos del CNA para permanecer en el cargo.

En las elecciones del mes pasado, en las que el porcentaje de votos del CNA se desplomó debido al enfado de los votantes por cuestiones como el desempleo, la delincuencia y los agobiantes cortes de electricidad, podrían plantear un desafío aún mayor.

Ramaphosa fue elegido líder del CNA a finales de 2017 con la promesa de limpiar la imagen del partido y revitalizar la economía tras nueve años de escándalos, corrupción y declive económico bajo el mandato de su predecesor, Jacob Zuma.

Ramaphosa ha sido criticado por dar la impresión de titubear en reformas cruciales para evitar exacerbar las divisiones en su partido, algo muy distinto de la firmeza que mostró como líder sindical en la década de 1980.

Sus partidarios, sin embargo, aplauden su capacidad para crear consenso y su papel en la promoción de la reputación de Sudáfrica como paladín del llamado Sur Global. Durante la pandemia de Covid-19, Ramaphosa fue una de las voces más destacadas a nivel mundial en la reivindicación de una distribución más justa de las vacunas.

Más recientemente, Sudáfrica presentó una demanda por genocidio contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia, lo que llevó a los jueces a dictaminar el mes pasado que Israel debe detener su asalto militar a la ciudad de Rafah, en Gaza. Israel ha rechazado las acusaciones y ha continuado con su ofensiva en esa urbe meridional de la Franja.

Tras la votación, instó a los partidos a superar sus divisiones ideológicas y raciales por el bien del país: «Los sudafricanos esperan que los partidos por los que han votado encuentren puntos en común, superen sus diferencias y actúen juntos por el bien de todos. Eso es lo que han dicho los sudafricanos», declaró.

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